La infidelidad le salió cara… (Final)

Bueno… sigo con esta historia.

Dos días después de mi “choque” en el estacionamiento, cuando salgo y llego al auto tengo un sobre en el parabrisas. Supuse que de algún compañero de trabajo que salió antes que yo, lo agarré y lo dejé para verlo después porque tenía gimnasio y era tarde.
Al salir del gimnasio vi el sobre y lo abrí, tenía un CD que decía miralo y después hablamos. Que intriga. Habrá sido intuición femenina pero decidí callarme la boca y verlo a solas. Lo guardé en la cartera y esperé a la mañana siguiente ya que estaba haciendo el turno tarde por todo el verano. Esa noche estaba muy nerviosa y con mi marido fue todo mal, ni siquiera en la cama nos pusimos de acuerdo.
Al otro día, después que él se fue, saqué el CD y lo puse en mi notbook, casi muero, era mi encuentro en el estacionamiento. Yo ni enterada que había cámaras de seguridad. Primero de lejos pero enseguida se acerca la imagen y no faltaba ni un detalle, por suerte no tenía sonido porque si llegaba a escuchar mis gritos creo que me hubiese vuelto loca.
No cabía la menor deuda que era del personal de vigilancia pero… y ahora que? Me presentaba con ellos para ver que querían? Ni loca… si quieren algo que lo digan ellos.
Esa misma tarde en una de las tantas idas y vueltas encuentro una esquela:
“No dejes de pasar por el control al salir”
Ahí está… mi condena.
-Buenas tardes, ustedes me citaron? Le pregunto a lo dos tipos de seguridad que estaban en el control.
-Sí, aguantá un minuto. Me contesta uno después de cruzar una mirada burlona con el otro.
En eso llega el tercero, siempre son tres los que hacen la vigilancia, es un edificio grande con muchas oficinas de distintas compañías.
-Hola, que gusto verte por acá. Me dice mirándome de arriba a abajo, abre la puerta y me hace señas que entre.
-Mejor hablamos adentro, es más discreto. Sentí que me faltaba el aire pero tenía que saber que tenían en mente, ya a esa altura era evidente que los tres sabían de que venía la mano.
-Viste la peli?
-Sí
-Y, te gustó?
-Me impresionó un poco.
-Y si… Vos actuas muy bien, se nota que sabés de que se trata.
Me estaban tomando el pelo y eso me saca la cabeza.
-Acortemos, de que se trata esto?
-Bueno, bueno, no tanto nervio, la que metiste la pata fuiste vos, ahora tenemos que llegar a un arreglo. No creo que a tu jefe le guste verte con un tipo que no sólo no es cliente sino que encima les costó plata… eso para no hablar de tu marido…
-Ah, viene por ahí… y de cuánto estamos hablando?
-Cuánto? No, no se trata de cuanto sino de cuando, cualquiera de nosotros ganamos más del doble que vos así que de plata ni hablar.
-Nos gusta tu estilo de negociar así que el viernes de la semana que viene, cuando termine el horario de trabajo, vas a ser la última en salir, eso no te cuesta mucho, casi siempre sos la última en irte. Los viernes el edificio se cierra hasta el lunes a la madrugada que vienen los de limpieza, así que vamos a tener una fiesta.
-Están locos, que le digo a mi marido si no llego temprano? Por otra parte que se piensan….
-Chist, chist, silencio… te damos hasta el viernes de la semana que viene para que organices tu llegada tarde a casa y… no intentes hacerte la puritana… querés que pongamos la peli ahora y la discutamos juntos.
Pensé que me descomponía, se me nubló la vista y la habitación daba vueltas. Si mi jefe veía el CD yo quedaba en la calle y recién empezábamos a pagar la hipoteca de la casa. De mi marido ni hablar, jamás sospechó que está casado con una puta de mierda. Me tenían atrapada.
Esa semana la pasé para el culo, discutí en el trabajo, en casa, con mi marido, hasta con el perro.
Arregle la llegada tarde mintiendo con el cumpleaños de una compañera y una salida después del trabajo.
Llegó el viernes… fui obedientemente a mi “fiesta”. Muchas veces tuve fantasías con estar con más de uno… pero de común acuerdo, siendo conocidos y dos… no tres y para pagar un descuido…
Perdí más tiempo del acostumbrado y bajé sola hasta la PB. Cuando llegué al puesto de seguridad estaban apagando las luces del edificio, ya no quedaba escapatoria, me iban a violar…
-Llegaste, pasá, en rato estamos, falta la última mirada y cerrar el portón. Me dice uno de los dos que estaban ahí.
-Conocés el puesto de control? Vení, es por acá. Y abre la puerta del fondo.
Entramos a un lugar lleno de televisores, una computadora y unos botones.
-Desde acá no se escapa nada. Ahora está el Loco apagando las luces de las oficinas, ya viene, querés una birra. Y me pasa una lata de cerveza, yo acepto, en realidad preferiría un vodka como lo liviano para darme valor.
Estaba muy asustada y con mucha bronca y aunque no lo aceptaba también la situación me excitaba, era todo tan… tan… tan degenerado… pero…
-Bueno, acá estamos todos. Entran los dos que faltaban.
-Permitime la chaqueta. Me ayuda a sacármela. -No vamos a andar con remilgos, verdad? Dame la blusa, las ponemos por acá que no se arruguen o se ensucien.
Los otros dos se habían sentado en sus sillas giratorias y miraban como en el cine, pero se tocaban los bultos…
Me saqué la blusa lo menos insinuante que pude.
-Hum… el otro día no llevabas corpiño, por ahora dejalo. La falda.
Me saqué como cuando llego tarde al gimnasio y casi se la tiré a la cara, se sonrió y la olió con toda la lascivia del mundo, le quería pegar y a la vez me calentó que estuvieran tan serenos y seguros, controlaban la situación y lo sabían.
Terminó de acomodar mi ropa y se fue a sentar en su silla, me hizo señas que me acerque y me dio un almohadón.
-No queremos que te lastimes las rodillas, ya vimos lo que sabés hacer, empecemos. Y sacaron sus vergas los tres juntos como en una pieza de ballet bien ensayada, yo estaba temblando pero a la vez sentía a la puta de mi concha que se humedecía, lentamente pero yo la conozco, si al principio va despacio el riesgo de perder el control y pasarme de calentura es mucho mayor.
Me arrodillé tratando de parecer lo menos puta posible pero ellos ya me habían visto y yo lo tenía bien claro, no existía ninguna manera de hacerme la inocente.
-Cual primero? Pregunto como enojada, bien fría.
-No, esto es una fiesta, a los tres juntos, la idea es que nos divirtamos todos… incluso vos.
Acercaron más las sillas y agarré a los dos de los costados con la mano y al del medio me lo puse directo en la boca, no lo podía creer, fui a que me violen y estaba caliente, no lo tenían que notar, no tenía que darles el gusto… pero como? Soy re-puta.
Mientras los chupaba y pajeaba me sacaron el corpiño, con delicadeza pero eso si, mi tanga desapareció de un tirón, eso se lo copiaron y me dio gracia, malo porque al darme gracia bajé más la guardia.
Uno se paró y sentí que algo hacia en el fondo, me di vuelta y lo veo acomodando el sillón que resultó ser un sofá-cama. Cuando volví a girar la cabeza ya estaba desnudo y se acostó en el suelo pasando la cabeza entre mis piernas, antes que me diera cuenta ya me dando una chupada de puta madre.
-Hum… que rico está esto… y jugoso. Y me lamía desde el agujero del culo hasta bien pasado el clítoris haciéndome cerrar los ojos y apretar los labios para no gemir. Los otros se fuero sacando la ropa pero si que yo los deje de chupar.
Cuando estuvieron desnudos, se levantaron y tomándome de los brazos me llevaron al sofá, boca arriba primero me la pusieron uno por uno, alguno más fuerte, otro más despacio, otro con una patita levantada, las dos arriba del hombro y yo callada pero con la concha chorreando.
Me tiran de los brazos y uno se acuesta.
-Vení, cogeme!
Y ahí voy, a galopar a ese desconocido que me forzó a esta situación. Cuando voy arriba y abajo me ponen las dos pijas para que las chupe y uno hace lo que yo estaba pidiendo que no pase… me comienza a pasar el dedo por el culo. Esa es mi debilidad… como me excita mi culo…
Ni lo pensé… lo galopeé frenética hasta que acabé y no lo pude, creo que ni traté, disimular… se fue todo al carajo… Los pasé a todos por debajo mio y me metieron dedo en el culo hasta el cansancio, de ellos… yo no me canso.
Me pusieron en cuatro y entonces volví un poco a la lucidez
-No, por el culo no… si me queda abierto como le explico a mi marido…
-Hay hielo, no te preocupes que se te cierra con el frío pero yo se lo que te gusta.
No se podía discutir, me tenían grabada…
Me coge en cuatro, la saca y con mi jugo en su pija me pinta el agujero del culo… y otra vez… y otra más. Estoy muy caliente… ya quiero gritarle que me la meta… me aguanto y lo dejo jugar un rato más de mi concha a mi culo. Se apoya y está tan mojado que ni fuerza hace para meter la cabeza de su verga, tira de mi cadera y entra hasta el fondo de mi culo. Bombea despacio, como con miedo, me doy vuelta y lo miro, si hasta me dan ganas de empujar fuerte hacia atrás para ver si pone más energía…
-Esta quiere otra cosa. Dice otro y lo saca y se ubica atrás mio…
-Te gusta fuerte no? Mientras me apoya.
-Empujá vos. Agarra mi pelo y tira. -Empujá!
Y yo empujé, me lo mande de una todo adentro… la saca y me repite que empuje… otra vez todo de una… ahí me empieza a sacudir de la cintura y le da hasta que arqueo toda la espalda y grito un siiii!!!!!! interminable en un orgasmo de los míos, aclaro… de los míos por mi bendito y puto culo que tanto placer me ha dado… y me sigue dando. Como habrá sido que se quedaron quietos y callados por un momento. No mucho, el otro quería probar también mi culo.
-Dame ese culo que no doy más, que buena estás BB.
Pero no quería perrito sino que me siente en su pija, se acomodó contra el respaldo del sofá y yo dándole la espalda me senté con mi culo en su verga, un poco en cuclillas y otro sostenida por sus manos en mis nalgas… eso también me excitó esa noche… el tamaño de sus manos… acostumbrada a las manitos de arquitecto de mi marido, chiquitas, suaves… estas no, eran grandes, ásperas, cuando me tomaban de la cintura casi me rodeaban completa y una sola mano cubría toda mi panza, mis tetas eran juguetitos y cuando me hicieron chuparles los dedos era como chupar una pija.
Me hizo subir y bajar con todo y volví a gritar, sobre todo que los otros dos se pusieron a jugar con mis pezones y mi clítoris que en esa posición estaban al descubierto. Quedé rendida…
-Acabá por favor, no puedo seguir.
-Como gustes. Me levantó y me soltó dos veces… la segunda me apretó fuerte contra su pelvis y se quedó quieto… habrá sido un segundo pero me sorprendió… y sentí que se fue a chorros dentro mío… casi acabo de nuevo…
Los otros me acostaron de espaldas y apuntaron a mi boca… no los toqué… los dejé pajearse en mi cara y acabar llenándome toda la cara, lo que fue a la boca me dijeron tragalo y lo tragué…
Me dieron una toalla y me duché, me sequé el pelo en el secamanos de aire… cuando salí ya estaban vestidos.
Me vestí.
-Tomá, un regalo para tu marido, era para vos por si no conectabas pero no te hizo falta, sos una máquina de coger. Me dieron una “pastillita azul”, si de esas…
-Por ahí tomando de estas no necesitas hacerlo tan cornudo.
-Está paga mi deuda?
-Está paga y no tengas miedo que no va a haber reajustes ni interés punitorio, estamos satisfechos.
-Amigos como siempre?
-No se, espero que el lunes no me hagan ninguna cara, que sea como esto no hubiera pasado…
-De acuerdo pero dejame decirte ahora que sos la mejor puta que he conocido.
-Hoy aceptado y espero que olvidado.

Me fui sin saber como iba a hacer el lunes para pasar frente al control de entrada…

Author: erebo

2 thoughts on “La infidelidad le salió cara… (Final)

  1. 😛 estoy listo para darte otra fiesta mejor llenando todos los orificios de tu cuerpo, avisame el c.c.y d. (como cuando y donde) te espero pronto buenotototota ya TU&YO SXOLOVER 4U

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